D.O. TORO
La tradición vitivinícola de la Comarca de Toro se remonta incluso antes
de la dominación romana, continuando la costumbre de vender vinos fuera
de sus límites durante los siglos XII y XIII, puesto de manifiesto por
la concesión de privilegios reales a dichos vinos, hasta el punto de que
el rey leonés Alfonso IX cede tierras de Toro a la capital compostelana
para la producción de los preciados vinos. Es tal su calidad que,
durante el siglo XIV y por orden del rey, se prohíbe en Sevilla la
entrada de cualquier vino foráneo a excepción de los de Toro. Son vinos
que participaron en el descubrimiento de América, ya que era conocida su
capacidad para conservar su alta graduación a lo largo de la travesía.